La recuperación posesoria dictada por la Jefatura de Costas de Canarias pretendía recuperar el dominio y además derribar una choza de piedra seca que databa de tiempos anteriores a la conquista y que estaba recogida en la carta arqueológica local. No se hizo comprobación alguna en el expediente del valor histórico o cultural del pequeño edificio previamente a ordenar su derribo. El Tribunal Superior de Justicia declaró la nulidad de la demolición.
VÍNCULO A LA SENTENCIA